La ofensiva aérea se centró en frenar el suministro de misiles a Hezbollah. Irán, por ahora, no respondió oficialmente, pero lanzó duras advertencias tras amenazas de Donald Trump.
En una nueva escalada que sacude a Medio Oriente, Israel confirmó este martes que ejecutó ataques aéreos sobre infraestructura militar iraní en las afueras de Teherán. El operativo, según comunicaron fuentes oficiales desde Tel Aviv, apuntó a instalaciones clave en la producción de misiles, logística militar y desarrollo de centrifugadoras.
De acuerdo con el comando de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), la ofensiva forma parte de una estrategia preventiva que busca desarticular las rutas de abastecimiento de armamento hacia Hezbollah, organización libanesa a la que el Estado hebreo considera su enemigo estratégico más cercano. Los bombardeos, realizados con aeronaves de combate, se concentraron en zonas sensibles del oeste de Irán.
“Si intentan reconstruir sus capacidades, intervendremos de nuevo”, advirtió en conferencia de prensa el general de brigada Effie Defrin, quien explicó que las patrullas aéreas israelíes continúan activas sobre sectores occidentales del territorio iraní. “Nuestro mensaje es categórico: no permitiremos que Irán consolide su red de influencia militar en la región”, remarcó.
Riesgo de escalada
El ataque se produce en medio de una creciente tensión geopolítica en Medio Oriente, donde Israel busca contener el avance del poderío militar iraní, especialmente el que se articula a través de Hezbollah en el sur del Líbano. Analistas internacionales advierten que esta ofensiva puede profundizar la confrontación indirecta entre Israel e Irán, y allanar el camino hacia un conflicto abierto con consecuencias imprevisibles a nivel regional.
Si bien Teherán aún no emitió una respuesta oficial directa al ataque, el gobierno iraní dejó entrever que no tolerará provocaciones. “La amenaza persiste”, insistieron desde el alto mando israelí, que evalúa que Irán todavía conserva una importante capacidad de respuesta militar, con recursos desplegables en distintos frentes.
Trump agita las aguas: nuevas tensiones entre Irán y Estados Unidos
El clima de tensión se potenció aún más con un nuevo episodio de hostilidad diplomática entre Irán y Estados Unidos. El expresidente estadounidense Donald Trump volvió a ser noticia tras amenazar públicamente con matar al líder supremo iraní, el ayatolá Ali Khamenei, al afirmar en su red Truth Social: “Sabemos dónde se esconde. No lo mataré… al menos por ahora”.
La reacción de Irán no se hizo esperar. A través de su cuenta oficial en la red X (ex Twitter), la delegación iraní ante la ONU calificó la amenaza como “cobarde”, y negó rotundamente que funcionarios de Teherán hayan buscado reabrir negociaciones nucleares con Trump, como había trascendido en medios estadounidenses.
“Irán no negocia bajo presión, ni acepta la paz bajo amenazas. Mucho menos con un belicista en decadencia”, afirmó el comunicado. La delegación también advirtió que “cualquier acción será respondida con medidas recíprocas”.
El mundo en alerta
Mientras los misiles vuelven a surcar el cielo de Medio Oriente y las tensiones diplomáticas se recrudecen, la comunidad internacional sigue con preocupación el curso de los acontecimientos. Con frentes abiertos en Gaza, el Líbano y ahora también con señales directas hacia Irán, el equilibrio en la región pende de un hilo.
La combinación de acciones militares preventivas, amenazas cruzadas y tensiones políticas internas tanto en Israel como en Irán y Estados Unidos, configuran un escenario volátil que podría desatar una nueva crisis internacional.
Fuente: Ámbito.