Este martes, la protesta iniciada por el gremio ferroviario La Fraternidad continúa afectando a los pasajeros, con trenes circulando a una velocidad máxima de 30 kilómetros por hora. La medida, que comenzó el lunes, provoca demoras y cancelaciones en todas las líneas metropolitanas: Belgrano, Mitre, Roca, Sarmiento, San Martín y Urquiza.
Reclamos de los trabajadores
El sindicato reclama mayores condiciones de seguridad para el sistema ferroviario. A través de comunicados distribuidos en las estaciones, los trabajadores denuncian una “emergencia ferroviaria” y exigen la reposición de repuestos, reparaciones en las vías, y actualizaciones en los sistemas de comunicación y señales.
Según el gremio, la falta de mantenimiento pone en riesgo tanto a los trabajadores como a los pasajeros. “Estamos ante una de las peores crisis ferroviarias, y es urgente mejorar las condiciones para garantizar la seguridad y el confort de todos”, señalaron desde La Fraternidad.
Esta protesta, que consiste en reducir la velocidad de las formaciones, genera grandes complicaciones para los usuarios, especialmente durante las horas pico, cuando la demanda es mayor.
Respuesta del Gobierno
Desde el Gobierno nacional calificaron la medida como “extorsiva” y la vincularon con demandas salariales. Fuentes oficiales afirmaron que el sindicato busca presionar para obtener un aumento superior al acordado recientemente con otros gremios ferroviarios, que fue del 3,5% entre noviembre y diciembre.
“El sistema ferroviario está en emergencia, y por eso se declaró oficialmente en mayo, con un presupuesto complementario de 1,3 billones de pesos”, explicaron desde el Ejecutivo. Además, atribuyeron el deterioro actual a la falta de inversiones en años anteriores: “El estado calamitoso es producto del manejo de gobiernos que priorizaron obras con fines políticos en lugar de mejorar las vías y señales”.
Asimismo, el Gobierno reiteró su posición de no ceder ante lo que consideran presiones sindicales que afectan a los usuarios: “Esta medida perjudica directamente a la gente, con la excusa de señalar problemas que reconocemos, pero que no se resolverán con extorsiones”.