Desde este miércoles 1° de enero, la implementación de la receta electrónica es obligatoria en todo el territorio argentino. Según el Decreto 345/2024 publicado en abril por el Ministerio de Salud de la Nación, la prescripción de medicamentos deberá realizarse a través de plataformas registradas en el Registro Nacional de Plataformas Digitales Sanitarias (ReNaPDiS). Sin embargo, en la provincia de Buenos Aires y otras jurisdicciones, las recetas en papel seguirán siendo válidas.
En la provincia de Buenos Aires, donde la Receta Electrónica Bonaerense funciona desde febrero de 2023, las prescripciones en papel continuarán coexistiendo con las digitales. Alejandra Gómez, presidenta del Colegio de Farmacéuticos bonaerense, explicó que muchas obras sociales, como PAMI, ya operan con receta electrónica, pero no incluyen medicamentos psicotrópicos o de archivo, los cuales requieren soporte en papel.
Además, Gómez señaló que todavía falta la interconectividad completa entre los módulos prescriptorios y los reservorios digitales, lo que significa que algunas farmacias no pueden acceder directamente a las recetas electrónicas prescriptas. En estos casos, los pacientes deben llevar un enlace o una copia impresa de la receta digital. «Hasta que no despapelicemos toda la cadena, incluso en la farmacia, seguirá siendo necesario el papel en algunos casos», afirmó.
Una implementación con desafíos técnicos y administrativos
Rubén Sajem, director del Centro de Profesionales Farmacéuticos Argentinos, destacó que la medida, aunque positiva, está lejos de estar completamente desarrollada. En declaraciones a medios radiales, Sajem comentó que el sistema aún presenta desafíos técnicos significativos.
«Muchas provincias no han adherido al sistema nacional o tienen sus propios regímenes. Esto implica que las recetas electrónicas pueden no ser utilizables en ciertos lugares del país», explicó. Según Sajem, el sistema de receta electrónica aún no está completamente integrado, lo que genera incertidumbre en su aplicación.
El farmacéutico subrayó que el objetivo de evitar el uso múltiple de recetas no está garantizado hasta que todos los sistemas estén conectados y reglamentados. «Hay que llevar tranquilidad a la gente: quienes tengan recetas en papel aún podrán utilizarlas sin problemas», añadió.
Beneficios y retos del sistema digital
A pesar de los obstáculos, el sistema de receta electrónica promete beneficios importantes, como mayor seguridad y trazabilidad en la dispensación de medicamentos. El uso de herramientas digitales permitirá garantizar que cada receta sea única y evitará posibles fraudes o usos indebidos. Sin embargo, como resaltaron los especialistas, el éxito del sistema depende de su desarrollo técnico, la capacitación de los profesionales y la interconexión total entre farmacias, médicos y autoridades sanitarias.
Un camino hacia la digitalización completa
El Ministerio de Salud apunta a despapelizar completamente el sistema en el futuro, pero las condiciones actuales reflejan una implementación parcial y gradual. En la provincia de Buenos Aires, este modelo dual asegura la continuidad del acceso a medicamentos mientras se resuelven los desafíos técnicos.
Fuente: DIB.