Con una actuación impecable y un dominio absoluto durante los 180 minutos de la serie, Racing Club se consagró campeón de la Recopa Sudamericana tras vencer a Botafogo por un contundente 4-0 en el global. El equipo de Gustavo Costas dejó en claro que está hecho para grandes gestas internacionales y sumó su segundo título en pocos meses, tras haber conquistado la Copa Sudamericana.
La Academia se presentó en el Estadio Olímpico Nilton Santos con la ventaja de dos goles obtenida en la ida, pero lejos de especular, volvió a demostrar su solidez y carácter copero. Desde el primer minuto, Racing se plantó con personalidad, dominó el partido y no le dio respiro al conjunto brasileño, que nunca encontró la forma de reaccionar.
Un Racing arrollador en Brasil
El equipo argentino no solo manejó los tiempos del partido, sino que además generó varias oportunidades claras de gol en la primera mitad, que no terminaron en la red gracias a la destacada actuación del arquero John. Maximiliano Salas fue una pesadilla para la defensa de Botafogo, con un zurdazo al ángulo que obligó una gran atajada, un cabezazo apenas desviado y una jugada individual que pasó muy cerca.
La única jugada de peligro para el equipo brasileño llegó con un cabezazo de Barboza, pero Gabriel Arias apareció con una atajada espectacular para sostener el cero. Ahí se terminó la Recopa. Ahí Racing la terminó de ganar, porque a partir de ese momento no hubo reacción posible de Botafogo y la Academia tomó el control total.
En la segunda parte, Costas realizó algunos ajustes tácticos y el equipo dio el golpe de gracia. Matías Zaracho, que había ingresado en lugar de Luciano Vietto, encontró un rebote en el área y sacó un derechazo cruzado que se clavó en el ángulo para abrir el marcador. Racing no bajó la intensidad y, minutos después, Bruno Zuculini amplió la diferencia con otro remate preciso, sellando el 2-0 definitivo.
Un equipo con identidad copera
La imagen que dejó Racing en Brasil fue la de un equipo sólido, equilibrado y con jugadores que entienden cómo se juegan las finales. El sacrificio y la entrega de Nardoni, Zuculini y Colombo fueron determinantes, al igual que la solidez defensiva y la presencia de Arias en los momentos clave. Este equipo sabe lo que quiere y cómo conseguirlo.
Además, Gustavo Costas demostró una vez más su jerarquía como entrenador, arengando a sus jugadores incluso cuando la serie ya estaba definida. Su llegada al club transformó la mentalidad del plantel y lo convirtió en un equipo con hambre de gloria, dispuesto a dejarlo todo en cada partido.
Racing sueña en grande
Lejos de conformarse, Racing ya puso la mira en su próximo gran objetivo: la Copa Libertadores. Tanto Costas como los jugadores dejaron en claro que este equipo no tiene techo y quiere seguir haciendo historia. Con un plantel consolidado y un estilo de juego efectivo, la Academia se perfila como un serio candidato en el ámbito internacional.
Con este triunfo, Racing confirmó su resurgimiento en el plano sudamericano y consolidó su reputación como un equipo copero. En apenas un año, barrió a gigantes del continente como Athletico Paranaense, Corinthians, Cruzeiro y ahora Botafogo, el último campeón de la Libertadores.
Ahora, con el pasaporte guardado por unas semanas, la Academia se enfocará en el torneo local antes de volver a la escena internacional. Pero una cosa es segura: cuando Racing tiene un objetivo claro, parece que nadie lo puede frenar.
El Recampeón se llama Racing Club. Y va por más.
Fuente: Olé.