Movilizaciones en la Ciudad y una concentración en Plaza de Mayo visibilizaron el rechazo a la resolución del Gobierno nacional que degrada el rol laboral de los médicos residentes.
Los médicos residentes de distintos hospitales públicos realizaron este jueves una jornada de lucha y visibilización frente a la reciente resolución del Gobierno nacional que los rebaja de trabajadores a becarios, con la consiguiente pérdida de derechos laborales. Bajo la consigna “Sin residentes no hay salud pública”, se movilizaron desde temprano y culminaron con una concentración en Plaza de Mayo, donde realizaron un micrófono abierto para exponer sus reclamos.
Con carteles como “No confundas vocación con explotación” y “La salud pública está en terapia intensiva”, los manifestantes rechazaron la precarización de sus condiciones de trabajo y reclamaron la anulación de la medida oficial que afecta directamente el sistema de residencias médicas.
De Callao a Plaza de Mayo
La primera movilización comenzó a las 10 de la mañana en Callao y Corrientes, organizada por la Asamblea de Residentes, y se dirigió hacia el Ministerio de Salud porteño. Ya por la tarde, el epicentro de la protesta se trasladó a Plaza de Mayo, donde confluyeron médicos, trabajadoras sociales y personal sanitario con sus ambos y banderas de los hospitales donde realizan su formación.
Allí, una residente del Hospital de Lanús señaló que el gobierno de Javier Milei “nos quiere decir que la salud pública no es una prioridad”, y denunció que se está desmantelando el sistema de residencias al transformarlas en becas. “Significa negar nuestra condición de trabajadores”, enfatizó.
“Esto es cortar por el eslabón más débil”
Laura Capobianco, médica residente en el Hospital Garrahan, explicó que la resolución implica una pérdida directa de derechos laborales, como aportes jubilatorios, obra social, aguinaldo y recibo de sueldo. Denunció además que el nuevo formato prevé jornadas de hasta 93 horas semanales, muy por encima de las 60 horas que ya venían cumpliendo. “Esto es cortar por el eslabón más pequeño del sistema de salud pública”, advirtió.
Capobianco recordó también que el reclamo salarial previo había derivado en un paro de 13 días, tras el cual se retomaron las tareas bajo amenazas de sanciones. “El nuevo esquema es el inicio de la ruptura de un sistema sanitario a largo plazo”, alertó.
“La residencia no es estudiar, es trabajar con personas”
Sabrina Marcovecchio, residente del Hospital Nacional Laura Bonaparte, aseguró que esta medida es “devastadora” para quienes quieran especializarse en el futuro. “La residencia es formación y trabajo real. Intervenimos, firmamos con nuestras matrículas, damos atención”, sostuvo.
Además, denunció el vaciamiento progresivo en su hospital: “Desde agosto hay despidos y este año no nos dieron cupos para ingresantes nuevos, lo que implica que la residencia se está cerrando”.
Pese al panorama crítico, Marcovecchio rescató el nivel de organización alcanzado por el colectivo de residentes: “Siempre intentamos mejorar nuestras condiciones laborales y garantizar una formación de calidad, por eso muchas personas eligen nuestras residencias”.
“Esto no es libertad, es precarización”
Eugenia Garay, residente de Terapia Intensiva en el Hospital Nacional Posadas, cuestionó duramente la resolución del Gobierno libertario. “Quieren descalificar nuestro trabajo y llamarnos becarios. Esta medida no es ningún tipo de libertad, es más precarización”, sentenció.
Garay advirtió que el Posadas, que supo tener la guardia mejor paga del país, hoy ofrece la residencia peor remunerada, lo que pone en peligro la continuidad del funcionamiento hospitalario si los nuevos profesionales no eligen esas vacantes en la próxima adjudicación.
Fuente: Página 12.