En una operación que representa un avance histórico para la medicina cardiovascular, el 9 de julio de 2024 en Houston (Estados Unidos), se realizó el primer implante exitoso en humanos del corazón artificial total BiVACOR, desarrollado por la empresa homónima. Este innovador dispositivo, que no utiliza válvulas, fue implantado en un paciente con insuficiencia cardíaca terminal como parte de un estudio de viabilidad temprana autorizado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos.

El BiVACOR, fabricado en titanio, es una bomba rotativa biventricular que emplea un rotor levitado por fuerzas magnéticas, capaz de reemplazar los dos ventrículos de un corazón humano que ya no puede cumplir su función. Su diseño avanzado utiliza tecnología de levitación magnética, similar a la que se aplica en los trenes de alta velocidad, para garantizar un flujo sanguíneo continuo sin necesidad de válvulas ni piezas móviles que se desgasten con el tiempo. Este dispositivo podría revolucionar el tratamiento para pacientes que requieren un puente hasta un trasplante de corazón natural, especialmente aquellos que no son candidatos para dispositivos de asistencia ventricular izquierda.
El éxito de la operación fue confirmado semanas después del procedimiento, lo que permitió que la noticia se hiciera pública hoy. La intervención fue realizada por un equipo de especialistas del Texas Heart Institute (THI) en el Centro Médico de Texas, quienes destacan la importancia de este avance para el futuro de los tratamientos contra la insuficiencia cardíaca, una de las principales causas de mortalidad en todo el mundo.
El doctor Joseph Rogers, presidente y director ejecutivo del Texas Heart Institute y líder de este proyecto a nivel nacional, expresó su entusiasmo: «El corazón artificial total BiVACOR es un faro de esperanza para los pacientes que esperan un trasplante de corazón. Nos enorgullece estar a la vanguardia de este adelanto médico, colaborando con equipos dedicados para transformar el futuro del tratamiento de la insuficiencia cardíaca en esta población tan vulnerable».
Por su parte, el doctor Daniel Timms, fundador y director técnico de BiVACOR, manifestó su orgullo por este logro: «Este primer implante en seres humanos es un paso crucial hacia la provisión de una opción muy necesaria para las personas con insuficiencia cardíaca terminal».
El BiVACOR está diseñado para ser compatible con la mayoría de los hombres y mujeres, y a pesar de su tamaño compacto, es capaz de proporcionar un flujo cardíaco adecuado incluso para un hombre adulto en actividad física. Su estructura sin válvulas ni ventrículos flexibles, y la suspensión magnética de su rotor, minimizan el riesgo de daño a la sangre, haciendo de este dispositivo una solución durable y confiable.
Este avance en la medicina, da comienzo un estudio más amplio que incluirá a otros cuatro pacientes en las próximas fases del ensayo clínico. La intención es que el corazón artificial BiVACOR se convierta en una solución estándar para aquellos pacientes que enfrentan insuficiencia cardíaca terminal y necesitan un puente hasta un trasplante.
Fuente: Texas Heart Institute.