Con Manuel Adorni como jefe de Gabinete y Diego Santilli en Interior, el Presidente intenta relanzar su gestión tras semanas de tensiones internas y reacomodamientos políticos.

El presidente Javier Milei encabezó este lunes una reunión con su flamante gabinete en la Casa Rosada, en lo que fue el primer encuentro tras el recambio ministerial que marcó el comienzo de una nueva etapa de gobierno. La cita, que se desarrolló en el Salón Eva Perón, buscó enviar una señal de cohesión política y orden institucional después de meses de fricciones internas y desgaste.
Un nuevo esquema de poder
Participaron del encuentro el jefe de Gabinete, Manuel Adorni, los ministros Diego Santilli (Interior), Luis Caputo (Economía), Pablo Quirno (Relaciones Exteriores), Mario Lugones (Salud), Sandra Pettovello (Capital Humano), Mariano Cúneo Libarona (Justicia), Patricia Bullrich (Seguridad) y Luis Petri (Defensa). También estuvieron presentes Karina Milei, María Ibarzabal Murphy, Martín Menem, Santiago Bausili y Santiago Caputo.
El único ausente fue Federico Sturzenegger, titular de Desregulación y Transformación del Estado, quien se encuentra en España participando de una conferencia internacional.
El encuentro llega tras un fin de semana cargado de anuncios: Adorni asumió como jefe de Gabinete en reemplazo de Guillermo Francos y Santilli fue designado ministro del Interior. El cambio no es solo administrativo, sino político: redefine el triángulo de poder entre Karina Milei, Santiago Caputo y el propio Presidente, que en los últimos meses había mostrado fisuras.
Adorni y Santilli, dos señales distintas
El ascenso de Adorni, exvocero presidencial, busca reforzar el control del discurso y blindar la comunicación del gobierno. Su llegada a la Jefatura de Gabinete es una jugada simbólica que expresa la intención de Milei de concentrar el poder y mantener la centralidad del mensaje libertario.
En cambio, el desembarco de Diego Santilli aporta un tono más pragmático a un gabinete dominado por la lealtad interna. Con experiencia territorial y diálogo con intendentes, su rol en Interior aparece como un intento de tender puentes hacia el federalismo y moderar el clima político.
Presupuesto, economía y recambio
Durante la reunión, los principales temas fueron el Presupuesto 2026 y la hoja de ruta económica para los próximos meses, en un contexto de inflación persistente, volatilidad cambiaria y caída de expectativas.
En paralelo, la Casa Rosada prepara los reemplazos de Patricia Bullrich y Luis Petri, quienes dejarán sus cargos para asumir bancas legislativas. La salida de ambos —que funcionaban como enlace con el PRO— dejará al “mileísmo puro” con el control casi total del gabinete.
Consolidar el poder, concentrar el mando
Desde el entorno de Karina Milei, principal arquitecta del recambio, señalan que el objetivo es “consolidar un equipo con lógica libertaria y fidelidad al Presidente”. En la práctica, eso implica menos margen para figuras con autonomía y una mayor concentración de decisiones en la mesa chica del poder.
El desplazamiento de Francos, que durante meses ofició de mediador entre Milei y los gobernadores, confirma la intención del Presidente de gobernar sin intermediarios. Pero el desafío de la gobernabilidad sigue abierto: el poder concentrado puede ser efectivo en el corto plazo, aunque frágil ante la necesidad de negociar con otros actores políticos y económicos.
Un gobierno que busca reinventarse
El relanzamiento del gabinete ocurre en un clima de incertidumbre económica y política. Con una oposición que empieza a reordenarse y un contexto social cada vez más tenso, Milei apuesta a una narrativa de “continuidad ordenada”. Sin embargo, el trasfondo es más complejo: en menos de un año, su gobierno ya tuvo que reconfigurarse varias veces para sostener su propio equilibrio.
Fuente: Ámbito.