A casi un mes de la detención del gendarme argentino Nahuel Gallo en Venezuela, el presidente Nicolás Maduro realizó declaraciones polémicas al acusar al joven de planear un atentado contra la vicepresidenta Delcy Rodríguez. Además, Maduro afirmó que el gobierno argentino estaría involucrado en supuestos planes violentos para desestabilizar al régimen venezolano.
Maduro: «Esa gente la estábamos esperando»
En una intervención televisada, Maduro señaló: “Algunos chillaron, como los argentinos, pero yo puedo decirlo hoy: nosotros a esa gente la estábamos esperando. Gracias a Dios, siempre tenemos que agradecerle a él, tenemos una inteligencia muy buena; ellos venían desde el sur de América con planes específicos para intentar atentar contra la vida de la vicepresidenta Delcy Rodríguez”.
Sin aportar pruebas concretas, el mandatario aseguró que el arresto de Gallo fue resultado de una operación de inteligencia y negó la versión de la familia del gendarme, que sostiene que el joven viajó para visitar a su novia y a su hija, residente en Venezuela. Según Maduro: “Es mentira que tiene una novia aquí, ese señor tiene su esposa en Argentina”.
Acusaciones contra el gobierno argentino
Maduro redobló la apuesta al señalar al gobierno de Javier Milei como cómplice en estos supuestos planes violentos: “El Gobierno argentino está involucrado en los planes violentos de atentar contra la paz de Venezuela, así lo denuncio”.
Estas afirmaciones intensifican la tensión entre los dos países, en un contexto en el que Argentina ya denunció la detención de Gallo ante la Corte Penal Internacional (CPI) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), exigiendo su liberación inmediata.
Reacciones desde Argentina
Desde Buenos Aires, tanto el gobierno argentino como los familiares de Gallo han rechazado categóricamente las acusaciones de Maduro. La familia del gendarme mantiene la versión de que Gallo viajó por motivos personales, y que su detención fue un secuestro arbitrario.
El presidente Javier Milei ya anticipó que recibirá en los próximos días al dirigente opositor venezolano Edmundo González Urrutia, en un gesto que podría tensar aún más las relaciones diplomáticas entre ambos países.