Con entrada libre y gratuita, este sábado 8 de febrero se llevará a cabo la 20° edición de la Fiesta del Tomate Platense en la Estación Experimental Gorina, dependiente del Ministerio de Desarrollo Agrario (MDA) de la provincia de Buenos Aires. Desde las 10 hasta las 20, el evento ofrecerá recorridas guiadas, talleres de huerta, cocina en vivo, feria de verduras, espectáculos musicales y una nueva edición de la Feria de Mercados Bonaerenses.
El festival, que se realizará en 501 y 148 de La Plata, es una oportunidad única para conocer la historia y el valor del Tomate Platense, una variedad tradicional de la región con un sabor inigualable. Además de la venta de tomates frescos, los asistentes podrán degustar productos derivados como salsas, dulces, alfajores y hasta cerveza de tomate.
Si bien el pico de producción de esta variedad se da entre diciembre y enero, las familias productoras trabajaron para garantizar que el protagonista de la jornada esté presente en su estado más fresco.
El rescate del Tomate Platense
El ministro de Desarrollo Agrario, Javier Rodríguez, destacó la importancia de la iniciativa: “Es fundamental la recuperación del tomate tradicional de la zona, que tiene un sabor único y sigue siendo producido con mucho orgullo”. Además, invitó a todos los platenses y visitantes del país a acercarse a la celebración y reencontrarse con un sabor que marcó a varias generaciones.
El evento, impulsado por el MDA, cuenta con el apoyo de la Municipalidad de La Plata, la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), el INTA y el grupo de Productores de Tomate Platense. También participan cocineros, emprendedores gastronómicos y organizaciones comunitarias, con el objetivo de difundir y promover la producción sustentable de este tomate criollo.
Historia de una hortaliza emblemática de La Plata
La Plata es uno de los principales centros de producción de tomate en Argentina, y la variedad Tomate Platense se destaca por su sabor, aroma y particular forma similar a una calabaza pequeña. Sin embargo, su poca durabilidad hizo que en la década del ’80 fuera desplazado por variedades híbridas más resistentes, conocidas como «larga vida», que perdieron en calidad de sabor lo que ganaron en durabilidad.
En los años ’90, productores, docentes e investigadores de la UNLP iniciaron un proceso de recuperación de esta variedad autóctona, logrando rescatar semillas originales y fomentar su producción.
Finalmente, en 2023, las semillas del Tomate Platense se inscribieron como semillas criollas en el INASE, garantizando su protección y preservación para futuras generaciones.