El Lobo se imponía en el Bosque con gol del “Pata” Castro, pero en el cierre Estudiantes lo empató con un tanto agónico de Javier Giménez. El punto le impidió a Gimnasia meterse entre los ocho primeros y el Pincha rescató oxígeno en un momento clave.
La 189° edición del clásico de La Plata dejó una nueva historia para contar. En un encuentro con muchos condimentos, Estudiantes rescató un empate 1-1 sobre la hora ante Gimnasia en el estadio del Bosque, gracias a un gol en el minuto 94 de Javier Giménez, tras una asistencia de Guido Carrillo. El punto no solo impidió al Lobo meterse en zona de clasificación, sino que dejó un sabor amargo en los hinchas triperos que ya celebraban la victoria.
Ambos equipos llegaban golpeados: el Pincha con una sola victoria en sus últimos seis encuentros, y el Lobo sin triunfos desde el 23 de febrero. En ese contexto, el clásico parecía una oportunidad para cambiar el ánimo. Gimnasia lo tuvo en sus manos, pero se le escapó al final.
Gimnasia pegó primero
El equipo de Madelón arrancó algo contenido, pero fue ganando confianza con el correr de los minutos. Luego de un inicio donde Estudiantes tuvo la pelota y generó tres chances claras, Gimnasia equilibró el juego gracias al empuje de su gente y la entrega en cada dividida. Así llegó el 1-0: un golazo de Benjamín “Pata” Castro, que la picó por encima de Mansilla y definió de volea tras el rechazo de Núñez sobre la línea.
El Pincha no encontraba respuestas en el primer tiempo. La decisión táctica de Eduardo Domínguez de jugar con cinco defensores lo dejó sin peso ofensivo, y solo Palacios y Carrillo preocupaban arriba. La distancia entre líneas complicaba la generación de juego.
El cambio de esquema, la reacción y el empate agónico
El complemento mostró otra cara. Domínguez cambió el planteo, rompió la línea de cinco y mandó a Cetré a la cancha para formar un 4-3-3 que empujó a Gimnasia contra su área. Desde entonces, Estudiantes creció en el juego, generó situaciones y chocó con una gran actuación del arquero Tomás Insfrán, que se transformó en figura con al menos siete atajadas clave.
Pero el premio llegó en la última jugada. Con Alario y Giménez en cancha junto a Carrillo, el Pincha apostó todo al juego aéreo. En un centro frontal, Carrillo la bajó y Giménez apareció para empujarla y silenciar el Bosque.
Fuente: Olé.