En medio de un contexto económico delicado, el Senado de la Nación aprobó un nuevo aumento en las dietas de los legisladores, elevando su salario mensual a $9 millones. La medida surge de una resolución firmada por las autoridades del Congreso, que establece un incremento del 6,5% en dos tramos para los trabajadores legislativos, impactando directamente en los ingresos de los senadores.
El ajuste, que incluye un 3,5% sobre los sueldos de julio y un 3% adicional en agosto, fue decidido por la Comisión Negociadora Paritaria del Parlamento nacional, donde participaron representantes sindicales y de ambas cámaras. La resolución lleva la firma de María Laura Izzo, secretaria administrativa del Senado, y Agustín Giustinian, secretario parlamentario, entre otros funcionarios.
Este incremento generará un impacto significativo en los salarios de los senadores nacionales, quienes verán cómo sus dietas ascienden a $9 millones mensuales. La decisión de mantener la paritaria interna, votada en abril con el apoyo de la vicepresidenta Victoria Villarruel, permite que los aumentos otorgados a los empleados legislativos se reflejen en los sueldos de los senadores. En contraste, la Cámara de Diputados, bajo la dirección de Martín Menem, optó por desenganchar los aumentos, por lo que sus miembros no recibirán este ajuste.
El aumento no estuvo exento de polémica. En abril, cuando se decidió un incremento previo en las dietas, surgieron fuertes críticas desde La Libertad Avanza y la oposición. Francisco Paoltroni, quien se ausentó en esa votación, expresó su rechazo: “Personalmente me ha dado mucha vergüenza. Hay muchos que tratan de confundir, de mezclar todo y de convertirte en casta en 55 segundos”, afirmó en su momento.
A pesar de las críticas y de una petición firmada por todos los jefes de bloque solicitando congelar los sueldos hasta que se defina un nuevo sistema de liquidación, el aumento se concretó, llevando las dietas de $7 millones en abril a $8 millones, y ahora a $9 millones por mes.