Tras marcar el nivel más bajo en cuatro años en mayo, las consultoras anticipan que la inflación de junio registrará una leve aceleración. Pesan los aumentos de tarifas, alquileres y prepagas.
Este lunes, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) dará a conocer el dato oficial de la inflación correspondiente a junio, y los pronósticos privados ya coinciden en que se registrará un leve repunte respecto a mayo. Tras haber marcado un mínimo histórico del 1,5% el mes pasado, las consultoras estiman que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) se ubicará en torno al 1,9% o 2%.
El repunte responde a varios factores, entre ellos ajustes en precios regulados como transporte, prepagas y educación, así como aumentos en alquileres y algunos rubros clave de la economía. Además, los analistas señalan que la desaceleración no es un proceso lineal y que es esperable que haya meses con leves subas dentro de una tendencia descendente.
La inflación vuelve a moverse
Según el relevamiento de Reuters entre 15 consultoras locales y extranjeras, el consenso es que la inflación de junio rondará el 1,9%, tras haber mostrado variaciones de 2,2% en enero, 2,4% en febrero, 3,7% en marzo, 2,8% en abril y 1,5% en mayo.
Desde C&T Asesores Económicos señalaron que su medición arrojó un incremento del 2% mensual para junio, apenas por encima del mes previo, y explicaron que en mayo hubo factores que ayudaron a contener los precios y que no se repitieron.
Por su parte, Daniel Marx, exsecretario de Finanzas, sostuvo que «una inflación en torno al 2% es un avance respecto a los niveles de meses anteriores», aunque advirtió que «aún falta para alcanzar estándares internacionales».
Qué prevén para los próximos meses
Mirando hacia julio, los economistas consultados coinciden en que la inflación podría ubicarse por debajo de la de junio, en torno al 1,7%, siempre y cuando se mantenga la política de control del tipo de cambio y la moderación en la emisión monetaria. «El ritmo bajo de depreciación ayuda a contener la inflación», remarcó Aldo Abram, director ejecutivo de Libertad y Progreso.
El caso de la Ciudad de Buenos Aires: una señal adelantada
El IPC de la Ciudad de Buenos Aires (IPCBA), que suele anticipar el dato nacional, marcó una inflación del 2,1% en junio, tras haber sido del 1,6% en mayo. El dato porteño reflejó aumentos en alquileres, transporte, alimentos, prepagas y colegios privados, mientras que los productos estacionales, como frutas y verduras, mostraron bajas o incrementos muy moderados.
En ese contexto, la inflación acumulada en CABA fue del 15,3% en el primer semestre y del 44,5% interanual, y se consolidó como un termómetro clave de lo que podría ocurrir a nivel nacional.
El Gobierno de Javier Milei, mientras tanto, espera que la leve aceleración no afecte las expectativas de inflación a la baja para lo que resta del año, pese a la incertidumbre política que dejó la derrota legislativa en el Senado la semana pasada.
Fuente: Ámbito.