El Banco Central no logra acumular divisas y cada vencimiento relevante empuja al Gobierno a salir a pedir nuevos préstamos, con más intereses.

El ministro de Economía, Luis Caputo, confirmó que el Gobierno negocia un crédito con bancos privados por hasta USD 7.000 millones para poder afrontar el pago de intereses de deuda de enero. La búsqueda de financiamiento tiene una causa estructural: el Banco Central de la República Argentina no logra recomponer reservas y cada compromiso relevante fuerza a tomar nuevos préstamos, con un costo financiero creciente.
Caputo se mostró optimista al sostener que este financiamiento, sumado al paquete de leyes que enviará al Congreso, ayudaría a bajar el riesgo país. También volvió a negar versiones sobre un supuesto crédito por USD 20.000 millones de bancos privados con aval de Estados Unidos.
Mercado cambiario: calma frágil
El titular del Palacio de Hacienda defendió el esquema de bandas cambiarias con el argumento de que, en un mercado chico, comprar reservas sin oferta suficiente puede distorsionar precios. Por eso insiste en que la “oferta de dólares” debe venir por la cuenta financiera, es decir, de capitales que ingresen con fines de inversión. El oficialismo confía en que una mayor demanda de pesos habilite compras de divisas sin esterilizar, pero ese escenario todavía luce lejano. Mientras tanto, los pagos de deuda presionan sobre un nivel de reservas netas que continúa en rojo.
En las últimas ruedas, el dólar mayorista retrocedió levemente y se ubicó en $1.453, manteniendo una brecha acotada respecto al techo de la banda. Los paralelos acompañaron: el MEP rondó $1.470 y el CCL cerró apenas por encima de $1.500. El blue, con baja moderada, quedó por debajo del oficial minorista. En los futuros se observó descenso de precios y menor volumen, señal de continuidad del régimen en el corto plazo. Sin embargo, la oferta de divisas sigue muy limitada: las liquidaciones del agro cayeron más de 60% interanual en noviembre.
Bonos: alivio táctico, fondo frágil
Los bonos en dólares mantuvieron el sesgo alcista (hasta +0,5%) y el riesgo país volvió a la zona de los 630 puntos. El mercado leyó una menor probabilidad de sobresaltos en el pago de enero, pero persiste la advertencia central: sin acumulación de reservas, la confianza puede revertirse rápido. En ese marco, toma fuerza la idea de una recompra de deuda o acuerdos tipo REPO con bancos internacionales para abaratar financiamiento y mejorar la curva soberana.
Aun así, el acceso al mercado voluntario sigue lejos: las tasas para Argentina superan el 10% en los tramos largos, un nivel exigente para un país que busca volver a emitir deuda externa tras años de cierre financiero.
Acciones: rebote con signo de pregunta
La Bolsa porteña mostró un repunte marcado: el S&P Merval subió cerca de 3% en pesos y dólares, con ADRs acompañando en Wall Street. El rebote se explica por expectativas de mayor estabilidad macro, pero el mercado pide pruebas en la economía real. Tras el empuje poselectoral, noviembre trajo lateralización; para retomar máximos, los operadores reclaman señales claras sobre actividad, reservas y crédito.
Deuda para pagar deuda
El Gobierno habla de “nuevo ciclo” con equilibrio fiscal y apertura financiera. Los datos, sin embargo, muestran la ecuación desnuda: sin reservas, la estrategia es tomar deuda para pagar deuda. La estabilidad cambiaria convive con una fragilidad que el mercado monitorea minuto a minuto. Caputo apuesta a que el Congreso respalde reformas y que los dólares lleguen por la vía financiera; por ahora, la economía navega una calma inestable con luces amarillas encendidas.
Fuente: Página 12.