El técnico del Pincha se fue de vacaciones y espera una definición antes del 10 de junio. Las tensiones con la dirigencia, el mercado de pases y la figura de Carina Magnabosco detrás del conflicto.
Eduardo Domínguez encendió la alarma en Estudiantes tras dejar en duda su continuidad como entrenador del plantel profesional. Luego de la eliminación frente a Aldosivi, el DT sorprendió con declaraciones que expusieron su malestar y dejó claro que, en las condiciones actuales, no seguiría. Se fue de vacaciones con su familia y ahora aguarda un llamado de la dirigencia para definir su futuro.
Desde su entorno aseguran que no renunció formalmente, pero sí puso un plazo concreto: el 10 de junio. Si antes de esa fecha no hay una reunión y una propuesta clara de parte del club, Domínguez anunciará su salida. El plantel tiene previsto regresar a los entrenamientos el 17, por lo que la definición deberá llegar en los próximos días.
Choque con la dirigencia y poder en el mercado de pases
¿Qué condiciones cambiaron para que Domínguez replantee su continuidad? Según trascendió, el punto de conflicto central tiene que ver con el poder de decisión en el próximo mercado de pases. El presidente Juan Sebastián Verón no quedó conforme con los refuerzos que llegaron bajo la gestión del DT, a pesar del respaldo económico del inversor Foster Gillett. Por eso, pretende tener más injerencia directa en las incorporaciones que se hagan de cara al segundo semestre.
Este cambio en el reparto de poder no cayó bien en Domínguez, quien esperaba mantener el control sobre los perfiles de jugadores que necesita para su idea futbolística. La situación generó ruido interno y abrió una grieta con la dirigencia.
La aparición inesperada de Magnabosco
Otro punto que incomodó al técnico fue la sorpresiva irrupción de Carina Magnabosco en el ámbito deportivo del club. Magnabosco, una aliada estratégica de Verón, comenzó a acercarse al plantel y al cuerpo técnico sin un rol formal definido, con la intención de trabajar en la planificación a futuro. Su presencia no fue bien recibida por Domínguez ni por parte de su equipo de trabajo, y su figura se volvió un símbolo de intromisión.
Aunque desde algunos sectores del club creen que Domínguez utilizó esta situación como un “chivo expiatorio” para tensar la cuerda y poner sobre la mesa su posible salida, lo cierto es que el clima interno se deterioró.
Su futuro, atado a Angeleri
Domínguez también dejó en claro otro punto no negociable: si Marcos Angeleri no continúa como secretario técnico, él tampoco seguirá como DT. El exjugador fue quien lo trajo al club y es considerado por Domínguez como un sostén clave en su gestión. La fidelidad al “Chavo” es total, y su eventual alejamiento sería determinante.
En este contexto, la dirigencia busca resolver el conflicto cuanto antes. En las últimas horas se llevó a cabo una cumbre clave en UNO entre Verón, Angeleri y el gerente de fútbol, Diego Ronderos, para intentar destrabar la situación. Con un técnico que espera una señal clara y una institución que necesita certezas, Estudiantes atraviesa horas decisivas.
Fuente: Infocielo.