Con una inflación en baja y tipo de cambio controlado, los plazos fijos vuelven a ser una opción rentable frente al dólar. Qué proyecta el mercado y qué recomiendan los analistas.
El mercado busca equilibrio: dólar, inflación y tasas convergen
En un contexto de mayor estabilidad cambiaria e inflación en retroceso, los analistas financieros detectan señales de convergencia entre el tipo de cambio oficial, los precios y las tasas de interés en pesos. Este nuevo escenario plantea una pregunta clave para los pequeños y medianos ahorristas: ¿conviene apostar al dólar o a un plazo fijo?
Durante mayo, el dólar mayorista subió apenas 1,5%, siguiendo el ritmo moderado del “crawling peg” aplicado por el Banco Central. Sin embargo, sobre el cierre del mes pegó un salto del 4,8%, lo que encendió algunas luces de alerta, sobre todo en los mercados de futuros y en los dólares financieros.
Por su parte, la inflación se mantuvo en niveles bajos, con estimaciones privadas que la ubican en torno al 2% mensual, impulsada por factores estacionales como la baja de precios en verduras y regulaciones sobre combustibles.
Plazo fijo: rendimientos positivos por primera vez en meses
En este escenario de aparente calma, los plazos fijos tradicionales volvieron a captar el interés de los inversores conservadores. Con tasas nominales anuales cercanas al 30%, los depósitos en pesos ofrecen un rendimiento mensual estimado del 2,5%, lo que permitiría ganarle tanto a la inflación como a la devaluación proyectada.
Según el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central:
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El dólar oficial subiría solo 0,7% en junio, y un 2% mensual promedio en el tercer trimestre.
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La inflación se ubicaría en torno al 2,2%, aunque podría revisarse a la baja.
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Los plazos fijos mantendrían un rendimiento por encima del 2,3% mensual.
Esto da margen para que, en el corto plazo, el plazo fijo supere al dólar como alternativa de resguardo de valor.
Qué dicen los especialistas
Damián Vlassich, estratega de inversiones en Invertir Online, afirmó a Ámbito: “El mercado parece haber encontrado un equilibrio de corto plazo. La presión inflacionaria post-cepo se disipó y el crawling peg no muestra sorpresas”. Agregó que “los futuros del dólar proyectan una devaluación en línea con la inflación durante los próximos meses, lo que mantiene acotadas las expectativas de una disparada del tipo de cambio”.
Por su parte, los bonos ajustados por CER anticipan una inflación implícita del 1,5% mensual hasta las elecciones, lo que refuerza el atractivo de las inversiones en pesos, al menos en el corto plazo.
Plazo fijo: atractivo con reservas
Si se mantiene el actual equilibrio macroeconómico, el plazo fijo vuelve a perfilarse como una alternativa rentable para quienes buscan resguardo sin asumir grandes riesgos. No obstante, la cercanía del calendario electoral introduce un elemento de incertidumbre que podría alterar las proyecciones.
Los especialistas coinciden en que, si bien hoy los instrumentos en pesos ofrecen rendimientos reales positivos, cualquier cambio en el frente político podría modificar las expectativas en cuestión de días. Por eso, recomiendan monitorear de cerca las variables clave antes de tomar decisiones de inversión.
Fuente: Ámbito.