La investigación halló alteraciones en zonas del cerebro asociadas a la atención y funciones ejecutivas. Los efectos fueron más marcados en personas no vacunadas.
Un estudio realizado por investigadores del Conicet y la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) reveló que las personas con síntomas persistentes tras haber tenido Covid-19 presentan signos de atrofia cerebral leve, especialmente en áreas relacionadas con la atención y las funciones ejecutivas. Los hallazgos, publicados en la revista científica BMC Neurology, indican además que los efectos fueron más pronunciados entre quienes no estaban vacunados al momento de la infección.
Cambios cerebrales tras el Covid: qué detectó el estudio
La investigación se enfocó en comprender mejor el fenómeno del Covid prolongado, una condición que afecta a millones de personas en el mundo y que se manifiesta con síntomas como niebla mental, fatiga, dolores musculares, dificultades respiratorias y problemas de memoria.
Para el estudio, el equipo dirigido por el investigador del Conicet Martín Belzunce analizó imágenes por resonancia magnética estructural de 137 personas, de las cuales 109 presentaban síntomas persistentes tres meses después de haber cursado la enfermedad. Las neuroimágenes mostraron cambios estructurales y atrofias leves en áreas clave del cerebro, como el cerebelo, el giro lingual y el precúneo.
Además, se detectó una reducción del grosor cortical en zonas vinculadas a enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, aunque los investigadores aclararon que estos cambios no implican necesariamente la aparición de esas patologías.
La vacunación, un factor de protección
Una de las observaciones más relevantes del estudio fue que la mayoría de quienes manifestaron síntomas cognitivos persistentes no estaban vacunados al momento de infectarse. Esto sugiere que la vacunación podría haber tenido un efecto protector frente a las alteraciones neurológicas observadas.
“No encontramos grandes diferencias en las pruebas cognitivas, salvo una leve disminución en la velocidad de ejecución en ciertos test”, explicó Belzunce. Sin embargo, las diferencias en las imágenes cerebrales entre los grupos vacunados y no vacunados sí fueron evidentes.
Afectaciones que perduran en el tiempo
El estudio, que se desarrolló en el partido bonaerense de San Martín con participantes voluntarios, advierte que dos años después de la infección, los síntomas persisten y afectan la calidad de vida de quienes los padecen. Aunque no se hallaron marcadores clínicos concluyentes, los investigadores destacan que las alteraciones estructurales cerebrales podrían tener implicancias a largo plazo, y piden profundizar los estudios para entender el verdadero alcance del Covid prolongado en la salud neurológica.
Fuente: El Día.