La CONADU, la federación de docentes universitarios más importante del país, anunció un paro nacional los días 26 y 27 de septiembre, junto con una Marcha Nacional Universitaria para el 2 de octubre, en reclamo de mejoras salariales y en defensa del presupuesto aprobado por el Congreso. Este fue vetado por el presidente Javier Milei, lo que profundizó la crisis que atraviesan las universidades nacionales. Los docentes denuncian una pérdida del 75% del poder adquisitivo desde diciembre y exigen una recomposición salarial urgente.
Además, los gremios locales de ADULP y ATULP, que representan a docentes y no docentes de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), se sumaron a las medidas de fuerza. Estas incluyen jornadas de visibilización en las facultades desde el lunes 23 de septiembre, para exponer el impacto de los recortes sobre el sistema educativo.
El ajuste presupuestario para las universidades públicas podría profundizarse en 2025. Según el proyecto de presupuesto, las universidades recibirían $3,8 billones, una cifra muy inferior a los $7,2 billones que el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) considera necesarios para su correcto funcionamiento. Además, la suspensión del Fondo de Incentivo Docente (FONID), vigente desde enero, ha generado un fuerte descontento tanto en la comunidad educativa como en la oposición política.
Los gremios advierten que sin los fondos adecuados, las universidades no podrán continuar formando a los profesionales y científicos que el país necesita. La marcha del 2 de octubre busca emular la gran movilización de abril, en defensa de la educación pública y contra el desfinanciamiento del sistema universitario.
