Se trata de un fármaco argentino que brinda ventajas al sistema metabólico, favorece la protección cardio-renal y minimiza la mortalidad cardiovascular. Dos expertos indicaron a Infobae los alcances de este tratamiento
Ladiabetes es una enfermedad metabólica crónica caracterizada por niveles elevados de azúcar en sangre, debido a que el cuerpo no produce suficiente insulina o no la utiliza de manera eficaz.
De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 500 millones de personas en todo el planeta sufren de esta condición, situándola entre las enfermedades crónicas no infecciosas más comunes a nivel global. Asimismo, 1,5 millones mueren cada año como consecuencia directa de la patología, según las últimas cifras actualizadas de la máxima entidad sanitaria.
En Argentina, se estima que 5 millones de personas viven con esta enfermedad crónica, de los cuales el 90% padece diabetes tipo 2, y 4 de cada 10 no conocen su diagnóstico, según el Ministerio de Salud argentino.
En un último avance en el campo del tratamiento, fue lanzado un nuevo medicamento para la diabetes tipo 2 (DBT2). Según adelantó el laboratorio Gador a Infobae, el fármaco se basa en la acción de un inhibidor del cotransportador de sodio y glucosa 2 (SGLT2), que reduce los niveles de azúcar en la sangre mediante la eliminación de glucosa a través de la orina.
El medicamento, presentado en el XLI Congreso Nacional de Cardiología, ofrece un enfoque innovador para el tratamiento de esta enfermedad crónica.
Además de controlar la glucemia, ofrece beneficios adicionales: es eficaz en el tratamiento de la insuficiencia cardíaca crónica (ICC) y de la insuficiencia renal crónica (ERC), con una reducción del 38% la mortalidad en pacientes con estas condiciones asociadas, ya sea que tengan diabetes o no. Esto lo convierte en una opción integral para el manejo cardio-reno-metabólico.
A su vez, el fármaco retrasa la progresión hacia la diabetes en personas con prediabetes, cuya glucosa en sangre es alta, pero no llega al umbral para un diagnóstico formal.
Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), “de las personas con prediabetes, más del 80% no sabe que la tiene” y advierte que este cuadro “pone en mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares”.
En este sentido, las complicaciones cardiovasculares, renales y metabólicas relacionadas con la insuficiencia cardíaca, la insuficiencia renal aparejadas a la diabetes tipo 2 representan un problema de salud global, afectando a más de 1 billón de personas y causando más de 20 millones de muertes anuales. En este sentido, el fármaco aporta mayores beneficios y calidad de vida.
“Los inhibidores de la SGLT-2, como la empagliflozina, se han convertido en una herramienta clave no solo para el tratamiento de la Diabetes tipo 2, sino que ha demostrado reducir eventos cardiovasculares mayores (muerte cardiovascular, infarto agudo de miocardio y accidente cerebrovascular) independientemente del control glucémico”, explica el Dr. Ezequiel Forte (MN103005-MP9584), ex director y asesor del Consejo de Cardiometabolismo de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC) y director médico CENDIC Concordia.
“Además, el medicamento es eficaz en reducir el riesgo de internación por insuficiencia cardíaca, como también el riesgo de aparición o progresión de la enfermedad renal. Esto hace que la empagliflozina sea uno de los mayores avances médicos de los últimos tiempos en protección cardiometabólica”, agrega el experto.
Por su parte, Matías Ré (MP 115420), Jefe de unidad de diabetes del Hospital San Juan de Dios de La Plata, docente de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de La Plata (UNLP) y miembro de la Sociedad Argentina de Diabetes (SAD) aclara:“El mecanismo de acción de las gliflozinas, especialmente el bloqueo del receptor SGLT2 en los riñones, proporciona múltiples beneficios en personas con diabetes tipo 2, como mejoras en el control glucémico, reducción de la presión arterial y pérdida de peso y preservación de la función renal. Estos efectos combinados pueden tener un impacto significativo en la salud y el bienestar de los pacientes con esta enfermedad”.
Este tipo de fármacos, agrega Ré, impactan a nivel metabólico y que tienen efectos positivos en el peso. “No son específicamente para la pérdida de peso, pero sí generan que los pacientes bajen dos o tres kilos. Aunque no son antihipertensivos, también tienen un impacto en la presión arterial sistólica, reduciéndola ligeramente. Lo más importante de estos fármacos es su protección a nivel cardíaco y renal”
Y ahonda: “A nivel cardíaco, reducen la mortalidad por causas cardiovasculares en personas con diabetes y disminuyen la incidencia de hospitalización por insuficiencia cardíaca en personas con y sin diabetes. También ofrecen protección renal, mejorando la función renal en personas con y sin diabetes. Por estos motivos, se consideran fármacos muy importantes a nivel mundial para el manejo de personas con diabetes. Desde su aparición, han cambiado las guías internacionales y, en la actualidad, al tratar a una persona con diabetes tipo 2, no solo se controla la glucosa y se busca reducirla, sino que también se buscan fármacos que tengan un impacto positivo en el peso y en la progresión cardiorrenal”.
El miembro de la SAD cita una última Encuesta de Factores de Riesgo, que ya tiene, aclara, algunos años. “La prevalencia global de diabetes es del 12.7%, pero eso aumenta en mayores de 65 años. Esta prevalencia es mayor cuanto más edad tienen las personas, llegando casi al 20%. Entonces, como la prevalencia de la enfermedad aumenta a nivel mundial y en Argentina, y como la diabetes tipo 2 en este caso incrementa la prevalencia de la enfermedad renal diabética y la enfermedad cardiovascular, lo cual aumenta la morbimortalidad, es por eso que este tipo de fármacos son tan importantes”.