Los dólares financieros que habían revertido la caída durante el mediodía recuperaron el sendero alcista sobre el cierre de la rueda.
El mercado le pasó a Javier Milei la factura del escándalo Pettovello que mostró a un gobierno sin reacción. Este martes el dólar blue escaló hasta los 1.265 pesos y el Merval cayó más del 4%, tras haber subido en las rueda previa. En Nueva York, las acciones de empresas argentinas se hundieron hasta 8%. Los bonos soberanos nominados en dólares también se derrumbaron en torno al 5% y el riesgo país se disparó a 1.486 puntos básicos.
Curiosamente, los dólares financieros que también iniciaron la rueda cambiaria con intensas presiones al alza, revirtieron la tendencia pasado el mediodía. Las cotizaciones financieras, MEP y CCL cayeron 0.24% y 0.15% en el transcurso de un par de horas. Sin embargo sobre el cierre del mercado, retomaron el sendero alcista. El CCL superó los $1300 y el MEP $1284, alzas equivalentes al 0,8% y al 1% respectivamente.
«La corrida es fuerte, no la pudieron parar las manos amigas que atomizaron el mercado de ofertas y las jugadas a través del Central para derrumbar el AL30», dijo a LPO un reconocido operador de la City porteña.
Otro de los especialistas consultados comentó: «No es preocupante la suba del blue en términos nominales. Lo que preocupa es que ocurra con cepo, con blend, en época de cosecha gruesa y habiendo pateado gran parte de la deuda con Bopreal», precisó.
Los argumentos que explican la mini corrida se dividen, a grandes rasgos, en dos grupos: las fragilidades de la macro por un lado y los problemas políticos por el otro.
En rigor los datos de la macroeconomía no son para nada alentadores. En mayo el Banco Central compró un 25% menos de dólares que en abril. Los analistas estiman que las reservas netas volvieron a caer cerca de los USD 3.000 millones negativos.
Con este dato se impone el interrogante respecto al vencimiento de USD 4.900 millones entre junio y julio por el vencimiento del swap con China que hasta ahora el Gobierno no consiguió renovar. A esto se suma que hay que pagar USD 2.600 millones de capital e intereses de Globales y Bonares.
Esto suma más de USD 7.500 millones de desembolsos en los próximos 60 días, mientras se demora el desembolso del FMI.
Los argumentos políticos para el frenesí dolarizador saltan a la vista. A las demoras para sancionar la Ley Bases se sobreimprime el escándalo de Capital Humano que una incertidumbre mayor respecto a capacidad de gestionar la política del gobierno.