Ante la persistencia de jornadas de calor extremo y la previsión de temperaturas superiores a los 35 °C, es fundamental tomar recaudos para prevenir problemas de salud, especialmente en los grupos más vulnerables como niños, niñas y personas mayores de 65 años.
Cómo cuidarse del calor extremo
Para afrontar los días de altas temperaturas, los especialistas recomiendan aumentar el consumo de agua, incluso cuando no se sienta sed. Además, se aconseja evitar la exposición directa al sol entre las 10 y las 16, reducir la actividad física en las horas más calurosas y utilizar protección solar, gorro y ropa de algodón en tonos claros.
En el caso de los más pequeños y los adultos mayores, se debe ofrecer líquidos en forma frecuente, como agua potable y jugos naturales. En bebés que se alimentan con leche materna, es importante amamantarlos con mayor frecuencia sin esperar a que tengan sed.
Cuidados con la alimentación y la hidratación
Además de elegir alimentos frescos y saludables como frutas y verduras, es esencial mantener bien refrigerados aquellos que puedan echarse a perder rápidamente. Se recomienda desechar productos perecederos como carne, pollo, pescado, huevos y sobras que hayan permanecido fuera de refrigeración por más de dos horas. También es importante evitar el consumo de bebidas alcohólicas, con cafeína o azúcar en exceso, y las que sean extremadamente frías o calientes.
Signos de alarma ante un golpe de calor
El cuerpo humano puede tener dificultades para regular su temperatura cuando se expone prolongadamente al calor intenso. Por eso, es fundamental prestar atención a ciertos síntomas que pueden indicar un golpe de calor y requieren atención médica inmediata.
Algunas señales de alerta incluyen:
- Sed intensa y sequedad en la boca
- Temperatura mayor a 39 °C
- Sudoración excesiva o piel seca y caliente
- Mareos, agotamiento o desmayos
- Dolores de cabeza intensos
- Falta de apetito, náuseas o vómitos
Si se presentan estos síntomas, se recomienda trasladar a la persona afectada a un lugar fresco, hidratarla y refrescar su cuerpo con paños húmedos o baños de agua templada. En caso de que el malestar persista, es fundamental acudir al centro de salud más cercano.