El último Boletín Epidemiológico Nacional confirmó un aumento sin precedentes: solo en 2024 se notificaron 36.917 diagnósticos y la tendencia continúa en ascenso.

La sífilis atraviesa el escenario más preocupante desde que existen registros oficiales en la Argentina. Según el último Boletín Epidemiológico Nacional (BEN), en 2024 se reportaron 36.917 casos confirmados y en las primeras 44 semanas de 2025 ya se contabilizaron 36.702, cifras que superan ampliamente todos los máximos previos y consolidan un crecimiento sostenido que alarma al sistema de salud.
El incremento, que representa un 38,5% más que en 2022, confirma una tendencia ascendente que se aceleró a partir de 2015, tuvo una baja momentánea durante la pandemia y retomó su curva más pronunciada desde 2022. En 2023 los casos superaron por primera vez la barrera de los 30.000 anuales; un año después, la cifra trepó a su récord histórico.
Un crecimiento acelerado que atraviesa a todas las regiones
El BEN detalló que la tasa nacional pasó de 56,1 casos por cada 100.000 habitantes en 2019 a 93 en 2024, un aumento del 65,8%. Para 2025, los datos preliminares muestran otro salto: un 20,5% más que en el mismo período del año anterior.
La distribución geográfica muestra un incremento generalizado.
La región Centro concentró el 61,3% de los casos de 2024, con Córdoba al frente y la tasa más alta del país (220,3). La región Sur presentó la tasa regional más elevada (122,3). También hubo aumentos significativos en Cuyo, NEA y NOA, con jurisdicciones como San Luis, Chaco, Formosa, Jujuy y Catamarca mostrando ascensos marcados.
Quiénes son los más afectados
El perfil epidemiológico indica que el 76% de los casos de 2025 corresponde a personas de entre 15 y 39 años.
El grupo de 20 a 24 años presenta la tasa más alta, seguido por el de 25 a 29. En estos segmentos, las mujeres registran tasas superiores a las de los varones. A partir de los 35 años, la incidencia baja, aunque entre adultos mayores la tendencia se invierte.
Factores que explican el avance
El crecimiento responde a múltiples causas. El BEN señala la alta transmisibilidad de la infección en sus fases iniciales, la falta de prevención, las dificultades de acceso a métodos diagnósticos y la desigualdad en el acceso al tratamiento oportuno.
También influyen:
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la mejora en la detección y la incorporación de más prestadores al sistema de vigilancia;
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los altos niveles de reinfección: un estudio de AHF Argentina en Buenos Aires y Rosario mostró que el 28% de los casos en varones correspondía a reinfecciones;
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la ausencia de inmunidad posterior: “La persona que tuvo sífilis no queda inmune y por esto puede reinfectarse”, explicó el doctor Miguel Pedrola, director científico de AHF para América Latina y el Caribe.
Las consecuencias clínicas y los riesgos para el embarazo
La sífilis es una infección potencialmente grave cuando no se diagnostica y trata a tiempo. Según Mayo Clinic, comienza con una lesión indolora y puede evolucionar a erupciones, fiebre, inflamación ganglionar y, en etapas avanzadas, daño al sistema nervioso, corazón, huesos y otros órganos.
El BEN remarcó que continúa siendo una de las principales causas prevenibles de complicaciones en el embarazo, lo que la convierte en una prioridad de salud pública.
Qué están haciendo el Ministerio de Salud y las organizaciones
Frente a este escenario, el Ministerio de Salud refuerza las acciones de vigilancia y prevención. Entre las medidas mencionadas en el BEN se encuentran:
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monitoreo permanente de las notificaciones;
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elaboración de guías y algoritmos de diagnóstico;
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actualización de protocolos para infecciones perinatales (mayo 2025);
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distribución de pruebas rápidas y penicilina benzatínica, con prioridad en zonas de mayor carga;
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capacitación al personal del primer nivel de atención;
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proyectos conjuntos con municipios para mejorar la adherencia al tratamiento.
Además, AHF Argentina y Fundación Huésped firmaron este mes un convenio para fortalecer políticas de salud sexual, impulsar campañas comunitarias y mejorar el acceso al diagnóstico y tratamiento de infecciones de transmisión sexual.
Prevención: la clave que falta reforzar
Los especialistas insisten en la necesidad de realizar chequeos periódicos, promover conversaciones abiertas sobre salud sexual y facilitar el acceso a testeos gratuitos.
Pedrola advirtió: “El gran problema es que muchas veces no se ven los primeros síntomas. Si no se incorpora el hábito de realizarse testeos con frecuencia, no vamos a llegar al diagnóstico ni a frenar el avance de la infección”.
El uso del preservativo, el testeo regular, el acceso a tratamientos gratuitos y la existencia de espacios de salud amigables siguen siendo pilares centrales para revertir la curva.
La epidemia de sífilis en Argentina marca un desafío urgente que requiere políticas públicas sostenidas y un cambio cultural en torno a la prevención y el cuidado sexual.
Fuente: Infobae.