Wegovy (semaglutida), un fármaco biológico que actúa reduciendo el apetito y aumentando la saciedad, ya fue aprobado por la ANMAT y promete resultados clínicos significativos en el control del peso.

La obesidad es una de las enfermedades crónicas más extendidas del mundo y está asociada a más de 200 posibles complicaciones de salud, entre ellas la diabetes tipo 2, enfermedades hepáticas, hipertensión arterial, colesterol elevado y ciertos tipos de cáncer. Su abordaje, además, requiere un enfoque integral que contemple factores biológicos, psicológicos y sociales.
En ese contexto, llegó al país una nueva medicación que marca un punto de inflexión en el tratamiento de la obesidad: Wegovy (semaglutida), un agonista del receptor GLP-1 de origen biológico, desarrollado por la farmacéutica Novo Nordisk. El fármaco reduce el apetito y aumenta la sensación de saciedad, lo que favorece la pérdida de peso.
Un avance respaldado por la ciencia
Los estudios clínicos demostraron que, con la reducción de la ingesta calórica, los pacientes tratados con semaglutida perdieron en promedio un 17% de su peso corporal, y hasta un 20% en un tercio de los casos. Además de sus efectos sobre el peso, el medicamento mostró beneficios cardiovasculares y metabólicos significativos.
El fármaco cuenta con la aprobación de la ANMAT en Argentina, además de la FDA (Estados Unidos) y la EMA (Europa), y puede ser indicado incluso en adolescentes mayores de 12 años con un peso superior a 60 kilos.
Enfoque integral del tratamiento
“Está demostrado que el mejor camino para lograr un adecuado control del peso corporal comienza con una consulta con un profesional de la salud”, explicó la Dra. Mónica Katz, médica especialista en Nutrición y ex presidenta de la Sociedad Argentina de Nutrición.
La especialista destacó que “la llegada de terapias como la semaglutida representa un avance que marca una bisagra en el tratamiento, pero no sustituye los cambios de hábitos ni la atención médica integral”.
Una encuesta realizada entre más de 500 pacientes que iniciaron el tratamiento reveló una disminución significativa del “ruido alimentario”, es decir, los pensamientos intrusivos sobre la comida, además de mejoras en el bienestar mental y en la calidad de vida.
Más allá del peso
El Dr. Ernesto Duronto, cardiólogo y director asociado de la Revista Argentina de Cardiología, subrayó que la pérdida de peso tiene un impacto sistémico sobre la salud, mejorando la glucemia, la tensión arterial, los lípidos y la función renal.
“La semaglutida ofrece beneficios más allá del descenso de peso. Redujo de manera significativa el riesgo de eventos cardiovasculares mayores y de muerte por cualquier causa”, explicó el especialista de la Fundación Favaloro.
Con esta nueva opción terapéutica, Argentina se suma a los países que incorporan una herramienta médica innovadora para el tratamiento integral de la obesidad, una enfermedad que afecta a millones de personas y que requiere tanto avances científicos como una mirada libre de estigmas.
Fuente: Página 12.