El Gobierno limitó la gratuidad de la inmunización justo cuando América del Sur enfrenta su peor brote de fiebre amarilla desde 2018, con 350 casos y 150 muertes. Sociedades científicas reclaman que se revierta la medida.

Argentina se prepara para enfrentar una posible epidemia de fiebre amarilla tras la expansión del virus en varios países sudamericanos. Ya se confirmaron 350 contagios y 150 muertes, lo que representa una tasa de letalidad del 42,8%, cinco veces más alta que la habitual, según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Los casos se registraron en Brasil, Colombia, Perú, Ecuador y Bolivia, y preocupan porque incluyen zonas donde la enfermedad no se detectaba desde hacía décadas. Colombia lidera el brote con 135 casos y 59 muertes, seguido por Brasil (127 y 51), Perú (65 y 27), Ecuador (11 y 8) y Bolivia (12 y 5).
“Estamos preparando un plan de acción para enfrentar una posible epidemia de fiebre amarilla. Debemos estar juntos para enfrentar esta amenaza”, dijo un funcionario del Gobierno nacional al diario Clarín.
Riesgo de expansión y zonas vulnerables
La OPS advirtió que el virus, históricamente limitado a la región amazónica, comenzó a extenderse hacia áreas subtropicales y próximas a grandes ciudades. Esto implica un riesgo de reactivación del ciclo selvático y posibles brotes urbanos, si no se adoptan medidas rápidas.
El Comité Asesor de Vacunas e Inmunizaciones de la Asociación Española de Pediatría también alertó sobre la expansión del virus hacia zonas montañosas y la creciente letalidad. Entre las recomendaciones de la OPS figuran la vacunación masiva para alcanzar coberturas del 95%, la vigilancia de casos sospechosos, la detección de muertes de primates como alerta temprana y el fortalecimiento del diagnóstico y la comunicación de riesgo.
Polémica por la decisión del Gobierno
La preocupación en Argentina se intensificó luego de que el Gobierno nacional restringiera el acceso gratuito a la vacuna contra la fiebre amarilla, limitándolo sólo a las provincias consideradas “zonas de riesgo”. Esta decisión generó fuertes críticas desde el ámbito científico y sanitario.
Un comunicado conjunto de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), la Sociedad Argentina de Virología (SAV), la Asociación Argentina de Microbiología (AAM), la Sociedad Argentina de Medicina y la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología (SAVE) solicitó al Gobierno que revierta la medida.
“El desplazamiento de personas potencialmente virémicas hacia áreas vulnerables puede desencadenar brotes significativos en regiones donde existen vectores competentes y poblaciones susceptibles por falta de vacunación”, advirtieron las entidades.
Escenario incierto y cobertura desigual
Desde el Ministerio de Salud aseguraron que “para las zonas endémicas ya están las dosis adquiridas”, aunque no se aclaró qué ocurrirá con el resto del territorio. En algunas ciudades, como Rosario, se reportaron faltantes incluso para quienes buscan pagar la vacuna.
En la Ciudad de Buenos Aires confirmaron que aún cuentan con stock, mientras que la Provincia anunció que vacunará gratis a quienes viajen a zonas con circulación del virus, con dosis disponibles al menos hasta el verano.
Mientras la región enfrenta el peor brote de fiebre amarilla en siete años, la decisión del Gobierno argentino de restringir la gratuidad de la vacuna abre un nuevo frente de preocupación sanitaria y política, con el riesgo de que la falta de prevención agrave el escenario.
Fuente: Clarín.