Crece la enfermedad inflamatoria intestinal

Durante el Congreso Europeo de Gastroenterología en Berlín, especialistas advirtieron sobre el crecimiento sostenido de las enfermedades inflamatorias intestinales y destacaron los avances terapéuticos que mejoran la calidad de vida de los pacientes.

En las últimas décadas, las enfermedades inflamatorias intestinales (EII) dejaron de ser un fenómeno propio de los países desarrollados y comenzaron a expandirse en regiones como América Latina y Asia. Los expertos que participaron del Congreso Europeo de Gastroenterología en Berlín coincidieron en que los casos aumentan de la mano de cambios en el estilo de vida: dietas industrializadas, estrés, contaminación ambiental y tabaquismo, entre otros factores.

Qué son las enfermedades inflamatorias intestinales

La EII agrupa dos diagnósticos principales: la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn. Ambas son crónicas, autoinmunes y afectan el aparato digestivo. Mientras la colitis ulcerosa se manifiesta con diarreas y sangrado por la inflamación del intestino grueso, el Crohn puede afectar desde la boca hasta el ano y causar dolor abdominal, pérdida de peso o cuadros obstructivos severos.

En Argentina, la colitis ulcerosa sigue siendo la más frecuente, pero la enfermedad de Crohn crece de forma sostenida. Los especialistas advierten que el diagnóstico precoz es clave para evitar complicaciones graves, como úlceras o cáncer colorrectal.

Un aumento sostenido y multifactorial

El doctor Juan Andrés de Paula, jefe honorario del Servicio de Gastroenterología del Hospital Italiano de Buenos Aires, explicó que “la enfermedad inflamatoria intestinal está creciendo en los países de Latinoamérica” y que el aumento no se debe solo a más diagnósticos, sino a una mayor prevalencia real.

Entre los factores que influyen, señaló la alimentación industrializada, el estrés, el entorno ambiental y la genética. “Se trata de una afección con múltiples causas que confluyen en momentos determinados”, precisó. También destacó que hoy existen más tratamientos que hace algunas décadas, lo que permite un abordaje más personalizado y eficaz.

Crecimiento regional y desafíos diagnósticos

Durante el congreso en Berlín, expertos de México, Chile y Colombia coincidieron en que el crecimiento de la EII en América Latina responde tanto a mejores métodos diagnósticos como a cambios en el estilo de vida occidentalizado. Sin embargo, alertaron que el diagnóstico suele demorarse varios años y que faltan especialistas en la región.

“El cáncer colorrectal está creciendo en pacientes jóvenes a partir de los 40 años a causa del aumento de las EEI”, advirtió el doctor Manuel Martínez, del Hospital Zambrano de León (México). El especialista también subrayó que el estrés, la mala alimentación, la obesidad y el sedentarismo son factores de riesgo cada vez más comunes.

Síntomas y manifestaciones extraintestinales

La colitis ulcerosa afecta el colon y genera diarrea, sangrado y dolor abdominal, mientras que el Crohn puede causar inflamación en todo el tubo digestivo. En ambos casos, la inflamación prolongada puede derivar en lesiones graves y comprometer otros órganos.

El doctor Juliao Baños, presidente de la Panamerican Crohn’s and Colitis Organization, explicó que “entre el 20 y el 40% de los pacientes con Crohn desarrollan artritis, problemas hepáticos, lesiones oculares o enfermedades dermatológicas”. Estas manifestaciones sistémicas refuerzan la necesidad de un abordaje médico integral y sostenido.

Nuevos tratamientos y enfoque personalizado

Si bien no existe cura para la EII, los avances terapéuticos transformaron el pronóstico de millones de personas. El objetivo actual es lograr una remisión profunda y sostenida, no solo controlar los síntomas. Para ello se aplican tratamientos con fármacos antiinflamatorios, inmunosupresores y biológicos, que permiten reducir hospitalizaciones y mejorar la calidad de vida.

Entre los desarrollos recientes se encuentra el guselkumab, un anticuerpo monoclonal que actúa sobre la interleucina-23 y mostró resultados alentadores en casos moderados y graves. Estas terapias de nueva generación permiten personalizar la medicación según las características de cada paciente.

El doctor David Rubin, director del Centro de Enfermedad Inflamatoria Intestinal de la Universidad de Chicago, destacó que “la mayoría de las personas con enfermedad de Crohn y colitis en 2025 deberían estar en remisión con las opciones actuales”. Y subrayó que el acceso y el conocimiento son factores clave para lograrlo.

Una enfermedad crónica, pero controlable

Aunque la EII no tiene cura, el seguimiento médico y la adherencia al tratamiento son fundamentales. Con una terapia adecuada y cambios en el estilo de vida, la mayoría de los pacientes puede estudiar, trabajar y llevar una vida normal.

En Argentina, el Grupo Argentino de Crohn y Colitis Ulcerosa (GADECCU) impulsa el primer registro nacional de estas enfermedades para reunir datos sobre su distribución, gravedad y respuesta terapéutica. Este tipo de iniciativas permiten diseñar estrategias más efectivas y políticas públicas adaptadas a la realidad local.

Fuente: Infobae.

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