La causa de fentanilo contaminado que tramita en el fuero Federal marca la mayor tragedia fármaco sanitaria del país. El caso investiga 96 muertes.
El expediente judicial en La Plata por el fentanilo contaminado, que ya se vincula con la muerte de 96 pacientes en distintas clínicas y hospitales, sumó en las últimas horas una novedad de peso que podría marcar un antes y un después en la investigación.
Tal como se informó, testimonios incorporados a la causa señalan a Adriana Iudica, jefa de Control Microbiológico de Laboratorios Ramallo S.A., como la persona que habría detectado contaminación bacteriana en un lote crítico del medicamento -el 31202, fabricado el 18 de diciembre de 2024- y que, pese a ello, no cumplió con el procedimiento de repetir el análisis ni advirtió a sus superiores.
El dato surge de las declaraciones indagatorias de Eduardo Darchuk, jefe de Producción de la firma, y de Javier Tchukran, técnico químico, quienes coincidieron en que, en una reunión interna realizada en mayo de este año, Iudica admitió que la muestra del lote “dio positivo” en los ensayos microbiológicos. Estos datos comienzan a echar luz al rumbo de la investigación.
La declaración aporta claridad al caso porque detecta el eslabón que faltaba para entender cómo un lote de fentanilo contaminado llegó a los hospitales sin ser frenado por los controles internos. Hasta ahora, la investigación judicial apuntaba a fallas en la cadena de producción y en la liberación del medicamento, pero no estaba claro quién había detectado la anomalía ni qué se hizo al respecto.
La importancia de esta declaración radica en que introduce un elemento hasta ahora difuso en el expediente: la certeza de que la contaminación fue detectada dentro del propio laboratorio antes de que el fentanilo llegara a los pacientes. De confirmarse que la jefa de Microbiología reconoció el resultado positivo y no cumplió con el protocolo de repetir el ensayo ni alertar de inmediato a la cadena de mando, el caso dejaría de ser interpretado como una falla anónima en la producción y pasaría a constituir una omisión concreta, atribuible a una responsable identificada, lo que cambia sustancialmente el mapa de responsabilidades en la investigación judicial.
La reunión clave en Laboratorios Ramallo
Según los relatos, esa reunión fue convocada por Diego García Furfaro, uno de los responsables de Ramallo S.A. y hermano de Ariel García Furfaro, propietario de la sociedad y de HLB Pharma Group S.A., el laboratorio que comercializaba el fentanilo.
Darchuk contó que, en ese encuentro, cuando la planta ya estaba bajo sospecha por las muertes ocurridas en el Hospital Italiano de La Plata, Iudica sorprendió a todos al reconocer que la muestra “le dio positivo”. El testimonio figura en el expediente que lleva adelante el juez federal de La Plata, Ernesto Kreplak.
El propio Tchukran ratificó esa versión: “En el intercambio, Adriana Iudica dijo espontáneamente que le había dado un positivo, no solo ese lote, sino el otro que se fabricó esa noche. La verdad es que después de que dijo eso, todo fue un poco un caos”.
El técnico químico fue más allá y planteó que, de haberse seguido los protocolos, la tragedia no habría ocurrido: “Si hubiera cumplido su trabajo, ese lote no habría salido a distribución, nadie se hubiera enfermado, ni yo ni nadie estaría preso”.
Un reconocimiento escrito que complica más a Iudica
En paralelo a las acusaciones de sus compañeros, la propia Iudica presentó un escrito ante la Justicia en el que reconoce que una muestra del lote de fentanilo arrojó un resultado positivo. Sin embargo, intentó relativizar su responsabilidad alegando que podía tratarse de un “falso positivo” y que pidió una contramuestra para repetir el análisis, pero que nunca le fue entregada.
En su descargo, sostuvo:
- Que solicitó nuevas muestras al jefe de Depósito, Ezequiel Herrera, pero nunca se las enviaron.
- Que una analista principiante pudo haber cometido errores durante el procedimiento, lo que explicaría el resultado.
- Que otra analista experimentada obtuvo un resultado que sí cumplía con las normas.
- Que ella nunca firmó la liberación del lote, por lo que no sería responsable de su salida al mercado.
Pese a esas aclaraciones, los testimonios de Darchuk y Tchukran son coincidentes en remarcar que Iudica no comunicó en tiempo y forma la detección de la contaminación, lo que podría configurar una omisión grave en la cadena de control.
El impacto en la causa y la situación de los imputados
El caso tiene 17 imputados, entre ellos los hermanos García Furfaro -Ariel, Diego y Damián-, que permanecen detenidos. El juez Kreplak debe resolver en los próximos días la situación procesal de todos ellos y este nuevo elemento podría inclinar la balanza respecto de la responsabilidad penal de Iudica.
Por ahora, la investigación avanza en dos carriles: la cadena de decisiones internas dentro de Laboratorios Ramallo S.A. y la responsabilidad de HLB Pharma Group S.A. en la distribución de un fármaco que terminó causando la muerte de decenas de pacientes graves, en su mayoría internados en terapia intensiva.
El laboratorio fue allanado dos veces desde que estalló el escándalo y en cada diligencia se sumaron documentos y testimonios que refuerzan la hipótesis de una grave falla en los controles de calidad.
Fuente: 0221