La excampeona mundial falleció tras sufrir un ACV isquémico. Su legado deportivo y humano deja una huella imborrable.
Alejandra “Locomotora” Oliveras, exboxeadora argentina y figura icónica del deporte nacional, falleció este lunes a los 47 años en el Hospital María Cullen de Santa Fe, tras permanecer internada por dos semanas luego de sufrir un ACV isquémico. Su muerte generó una profunda conmoción tanto en el ambiente del boxeo como en la sociedad en general, donde era reconocida por su carisma, su lucha contra la desigualdad y su mensaje motivacional.
Una vida que inspiró a miles
Nacida en El Carmen, Jujuy, y criada en condiciones de pobreza en Córdoba, Oliveras convirtió la adversidad en motor de superación. Madre desde muy joven, víctima de violencia de género, supo transformar el dolor en fuerza. El boxeo, como ella contaba, apareció “porque no tenía otra”, pero le dio todo: una salida económica, visibilidad, y sobre todo, una causa.
Con su estilo frontal y su cercanía con la gente, “Loco”, como también se hacía llamar, se ganó un lugar especial en el corazón de quienes la seguían. Más allá del cuadrilátero, dedicó sus últimos años a dar charlas motivacionales, impulsar la salud mental, y trabajar por la inclusión a través del deporte.
Del ring a la gloria mundial
Con 33 victorias, 3 derrotas y 2 empates, Oliveras fue una verdadera “locomotora” arriba del ring. Fue campeona mundial en cuatro oportunidades en distintas categorías y entidades oficiales, y su nombre quedó inscripto en el libro Guinness de los récords como la única mujer en lograr cuatro títulos mundiales por nocaut.
Su carrera fue también una bandera feminista dentro del boxeo, un ámbito históricamente dominado por hombres. “Quería demostrar que las mujeres podemos boxear igual que los hombres, sin dejar de ser mujeres”, solía decir.
Más allá del deporte
Tras su retiro, se abocó a nuevos desafíos. Comenzó la carrera de Psicología, fundó escuelas de boxeo para chicos y chicas en situación de vulnerabilidad, organizó campañas solidarias durante la pandemia y se sumó a la política, convencida de que también desde ese espacio se podía cambiar realidades.
En 2023, fue electa convencional constituyente en Santa Fe por el partido Frente de la Esperanza. Poco antes de su fallecimiento, su espacio político había comenzado el proceso de reemplazo ante el agravamiento de su salud.
Una última enseñanza
En su cuenta de Instagram, donde mantenía un contacto fluido con sus seguidores, dejó reflexiones que hoy resuenan con más fuerza que nunca. “Mañana nos cagamos muriendo”, decía. “Así que hay que vivir, hacer las cosas con ganas, respirar el aire, sentir el Sol… Valorar la salud, que es lo más importante que tenemos. Es invaluable”.
El deporte argentino despide no sólo a una campeona, sino a una luchadora en todos los frentes. Alejandra Oliveras fue mucho más que una figura del boxeo: fue una mujer que transformó su historia personal en bandera para otros. Su legado trasciende los títulos, y su mensaje de vida quedará para siempre.
Fuente: Página 12.