Mientras algunos sostienen que desayunar es clave para la salud, otros afirman que omitirlo no tiene efectos negativos e incluso podría traer beneficios. Qué dicen las investigaciones científicas y qué opinan los nutricionistas sobre la primera comida del día.
“El desayuno es la comida más importante del día”. Esta frase, repetida durante décadas, fue el pilar de muchas recomendaciones nutricionales. Sin embargo, en los últimos años, el ayuno intermitente ganó popularidad como una alternativa que desafía esta idea.
Mientras algunos especialistas defienden los beneficios de iniciar el día con una comida equilibrada, otros sostienen que saltarse el desayuno no solo es inofensivo, sino que puede traer ventajas metabólicas. Entonces, ¿qué dice la evidencia científica?
El desayuno: ¿realmente la comida más importante del día?
El desayuno se asoció tradicionalmente con múltiples beneficios para la salud. Según la dietista estadounidense Marissa Meshulam (MS, RD, CDN), esta primera comida del día ayuda a restablecer los niveles de glucosa tras el ayuno nocturno y proporciona al organismo los nutrientes esenciales para un funcionamiento óptimo.
“Un desayuno nutritivo que te hace sentir bien física y mentalmente puede despertar el deseo de seguir eligiendo opciones saludables”, explicó Meshulam. Consumir proteínas, grasas saludables, fibra y antioxidantes en la mañana no solo favorece la energía, sino que contribuye a una mejor regulación del apetito durante el día.
Los riesgos de omitir el desayuno
Pese a que algunas personas pueden sentirse bien sin desayunar, diversas investigaciones señalaron posibles efectos negativos de este hábito. Un estudio publicado en el Journal of the American Heart Association encontró que quienes se saltan el desayuno tienen un mayor riesgo de desarrollar problemas metabólicos, incluyendo resistencia a la insulina y un control glucémico deficiente, especialmente en personas con diabetes tipo 1 y 2.
Meshulam advirtió que evitar el desayuno también podría aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas. “Las investigaciones sugieren que desayunar puede mejorar el control de la insulina y reducir la inflamación. Quienes omiten esta comida tienen mayor probabilidad de desarrollar hipertensión y dislipidemia”, explicó la especialista.
Por otro lado, un desayuno balanceado suele incluir alimentos ricos en fibra, fundamentales para la salud intestinal. En personas con síndrome del intestino irritable (SII), saltarse el desayuno podría agravar los síntomas debido a la falta de fibra y nutrientes esenciales.