La confianza en el gobierno cae un 14,8% en septiembre: el nivel más bajo de la gestión

El Índice de Confianza en el Gobierno (ICG), elaborado por la Universidad Torcuato Di Tella, registró en septiembre de 2024 una fuerte caída del 14,8% respecto al mes anterior, alcanzando un puntaje de 2,16 sobre una escala de 0 a 5. Este descenso marca el nivel más bajo de confianza desde el inicio del gobierno de Javier Milei, y señala un quiebre en la estabilidad que había caracterizado los primeros meses de su gestión. A pesar de esta baja mensual, el índice mantiene una variación interanual positiva del 109,3%, mostrando un crecimiento significativo en comparación con septiembre de 2023.

Se desploma el índice de confianza en el gobierno

El ICG, que se publica desde 2001, mide la percepción de la población sobre la gestión gubernamental a partir de una encuesta de opinión pública a nivel nacional. Los resultados de septiembre revelan un descontento creciente en varios aspectos de la administración actual, lo que se refleja en la disminución de todos los componentes que conforman el índice.

Caída generalizada en los componentes del índice

Entre los puntos más afectados, se encuentra la evaluación general del gobierno, que cayó un 16,7%, con una puntuación de 1,83 puntos. La preocupación por el interés general también sufrió una caída considerable del 15,7%, alcanzando 1,81 puntos, lo que sugiere que una porción importante de la población percibe que el gobierno no está priorizando las necesidades colectivas de manera adecuada.

Por su parte, la eficiencia en la administración del gasto público se situó en 2,03 puntos, lo que representa una caída del 18% respecto a agosto. Este componente, que mide la percepción sobre el manejo de los recursos financieros por parte del gobierno, es uno de los más críticos en el análisis del ICG, ya que refleja la confianza de la población en la capacidad del gobierno para gestionar el dinero público de manera eficiente.

Otro de los aspectos más afectados fue la percepción sobre la honestidad de los funcionarios, que también cayó un 15,7%, alcanzando los 2,40 puntos. Este indicador es clave para medir la transparencia de la gestión y la confianza en los líderes gubernamentales.

El único componente que mostró una caída menos pronunciada fue la capacidad para resolver los problemas del país, que descendió un 9,5% hasta ubicarse en 2,74 puntos. Aunque sigue siendo el valor más alto entre los cinco componentes evaluados, esta caída refleja dudas crecientes sobre la habilidad del gobierno para enfrentar los desafíos económicos y sociales actuales.

A nivel histórico, el nivel de confianza en septiembre de 2024 se encuentra 14,6% por debajo del registrado en septiembre de 2016, al comienzo del gobierno de Mauricio Macri, y 4,6% menor que en septiembre de 2020, durante el primer año de la gestión de Alberto Fernández. Estos datos sugieren que, aunque la administración Milei comenzó con un nivel de confianza relativamente alto, las recientes caídas indican un desgaste acelerado.

Variaciones por grupo etario, región y nivel educativo

El análisis por segmentos poblacionales muestra variaciones significativas. Los hombres manifestaron un nivel de confianza superior al de las mujeres, con puntajes de 2,54 y 1,81 respectivamente. Asimismo, la confianza fue mayor entre los jóvenes de 18 a 29 años, que alcanzaron 2,84 puntos, mientras que el grupo de mayores de 50 años mostró un descenso más marcado, situándose en 2,09 puntos. El grupo de 30 a 49 años también mostró una baja, ubicándose en 2,07 puntos.

En cuanto a la distribución geográfica, el ICG fue más alto entre los residentes del interior del país (2,22 puntos), superando a los valores registrados en la Ciudad de Buenos Aires (2,14 puntos) y el Gran Buenos Aires (2,04 puntos). Estas diferencias reflejan percepciones dispares sobre la gestión según la región, posiblemente influenciadas por las políticas públicas implementadas a nivel local.

Un dato relevante es la diferencia en los niveles de confianza según el nivel educativo. Aquellos con educación terciaria o universitaria mostraron una confianza mayor (2,35 puntos) en comparación con quienes solo alcanzaron el nivel secundario (2,00 puntos) o primario (1,73 puntos). Estas variaciones sugieren que las personas con mayor formación educativa tienden a evaluar con mayor confianza la gestión actual.

Finalmente, las expectativas económicas a futuro juegan un papel importante en la medición del ICG. Las personas que creen que la situación económica mejorará en el próximo año presentaron un nivel de confianza significativamente mayor (3,87 puntos) en comparación con quienes consideran que la situación se mantendrá igual (2,26 puntos) o que empeorará (0,51 puntos).

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