Este lunes, el presidente Javier Milei está llevando a cabo un asado en la Quinta de Olivos con los 87 diputados que apoyaron su veto a la reforma jubilatoria. El evento, organizado bajo la modalidad «a la romana», en la cual cada comensal paga su parte, ha generado controversia por el costo del cubierto, que asciende a 20.000 pesos por persona, en un momento donde la inflación y las dificultades económicas afectan a millones de argentinos.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, aclaró en su cuenta de X (antes Twitter) que, ante las «versiones disparatadas» que circulaban, cada asistente pagaría el costo de la cena con tarjeta de débito, y que no se aceptaría pago en efectivo. “Fin”, cerró Adorni, en un mensaje que intentó minimizar las críticas, pero que terminó generando aún más repercusiones.
El evento, que comenzó en horas de la tarde, reúne a diputados de La Libertad Avanza, el PRO y algunos radicales que respaldan las políticas de ajuste fiscal promovidas por Milei. Aunque el gobierno busca consolidar su apoyo legislativo, sectores opositores y usuarios en redes sociales perciben el asado como una señal de desconexión con la realidad económica del país.
Contexto y tensiones
El asado se realiza en un clima de creciente polarización política, donde las decisiones del gobierno sobre el veto a la reforma jubilatoria y otras medidas económicas han generado tensiones tanto dentro como fuera del Congreso. Mientras el gobierno sigue impulsando su agenda de austeridad, eventos como este resaltan las contradicciones entre las decisiones de ajuste y las imágenes de reuniones sociales de alto costo.
Este asado refuerza la intención del gobierno de mantener cohesionada su base de apoyo legislativo, pero también deja al descubierto las críticas por el manejo del contexto económico y social actual.