El conflicto en el Hospital Garrahan sigue escalando, y esta vez, los trabajadores han convocado a un nuevo paro con movilización a Plaza de Mayo para el próximo martes 22 de octubre. La medida, votada en asamblea por los empleados del hospital, está motivada por la falta de soluciones a la crisis salarial que enfrentan. Los gremios advierten que el problema salarial no solo no se ha resuelto, sino que empeora mes a mes.
Según declaraciones de Alejandro Lipcovich, secretario general de ATE en el Garrahan, los aumentos son insuficientes, con apenas un 1% de incremento previsto para este mes y sin nuevos aumentos confirmados para los próximos meses. «Quedó claro para todos: si no hay respuestas, tenemos que profundizar el plan de lucha», expresó Lipcovich. El paro del martes se suma a las medidas de fuerza que los trabajadores realizaron en las últimas semanas y seguirá con otro paro el 31 de octubre.
Apoyo de otros hospitales y lucha por la salud pública
Los trabajadores del Garrahan no están solos en esta lucha. Gerardo Oroz, delegado adjunto de ATE, instó a otros hospitales a unirse a las protestas, especialmente aquellos que el Gobierno amenaza con desmantelar o cerrar, como el Hospital Bonaparte. Oroz señaló que la movilización del próximo martes busca involucrar a los trabajadores de todos los hospitales nacionales y provinciales, destacando que la situación crítica afecta a toda la red de salud pública del país.
La respuesta del Gobierno
El Ministerio de Salud de la Nación, por su parte, ha intentado calmar las aguas. A través de sus redes sociales, la cartera encabezada por Mario Lugones aseguró que el Garrahan «opera con total normalidad» y que tanto el presupuesto para el funcionamiento del hospital como la provisión de insumos están garantizados. Sin embargo, esta postura contrasta con las acusaciones de los trabajadores, que denuncian renuncias masivas y el empeoramiento de las condiciones laborales debido a los bajos salarios.
En las últimas semanas, el ministerio señaló que el aumento de personal jerárquico es una de las causas del desfinanciamiento del hospital, una versión que ya circulaba previamente. Según fuentes oficiales, el número de altos cargos en el Garrahan aumentó un 60% en la última década. No obstante, Norma Lezana, secretaria general de la Asociación de Profesionales y Técnicos del Hospital Garrahan (APyT), desmintió que este sea el foco del conflicto. «El malestar no es por los salarios de los consejeros, sino por los bajos salarios del resto del personal», afirmó.
Contexto del conflicto
El conflicto salarial en el Hospital Garrahan se enmarca dentro de una crisis más amplia que afecta a los hospitales nacionales. El Gobierno ha avanzado en la transferencia de hospitales nacionales a las jurisdicciones locales, como se evidenció con el caso del Hospital Bonaparte, cuyo traspaso generó fuertes protestas. Los trabajadores del Garrahan temen que su hospital, que es un referente en pediatría a nivel nacional y regional, pueda seguir el mismo camino.
La falta de respuestas por parte del Gobierno ha llevado a los gremios a profundizar las medidas de lucha, con paros semanales y movilizaciones a gran escala. Mientras tanto, la comunidad del Garrahan continúa exigiendo una recomposición salarial y mejoras en las condiciones laborales para seguir garantizando la atención de los niños y niñas que dependen del hospital para tratar sus patologías complejas.