El gobierno ha oficializado el pago de un bono extraordinario de $70.000 para jubilados, según el Decreto 861/2024, que se suma al reciente aumento en los haberes de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES). A partir de octubre de 2024, el haber mínimo llegará a $314.320,56, ya que la Resolución 798/2024 lo fijó en $244.320,56, sumado al bono.
El objetivo de este bono es aliviar a los sectores más vulnerables frente al avance de la inflación, que ha golpeado con fuerza el poder adquisitivo de quienes perciben ingresos fijos. Sin embargo, pese a esta medida, el bono ha mantenido su valor desde que la administración de Javier Milei lo implementó, lo que generó críticas por su pérdida de capacidad de compra frente al aumento constante del costo de vida.
Impacto en la Pensión Universal para el Adulto Mayor y otras prestaciones
El bono también beneficiará a los titulares de la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM), que ahora alcanzará un total de $195.456,45. Además, los beneficiarios de la Prestación Básica Universal (PBU) recibirán un monto adicional, quedando sus haberes en $111.765,50 más el bono extraordinario.
Estas medidas buscan compensar las limitaciones económicas que enfrentan los jubilados y pensionados, en un contexto donde la inflación sigue erosionando el poder adquisitivo. La publicación de este bono coincide con la decisión del presidente de vetar la reciente ley de Movilidad Jubilatoria, que proponía una nueva fórmula de actualización de haberes junto a un incremento de $15.000.
Un bono que no alcanza a cubrir la inflación
A pesar de la importancia del bono en términos de asistencia, muchos jubilados han expresado su preocupación por la insuficiencia de estas ayudas para hacer frente a los incrementos en los precios de bienes y servicios esenciales. A medida que la inflación sigue en aumento, la capacidad de compra de los haberes mínimos se ve cada vez más afectada, poniendo en duda la efectividad de estas medidas a largo plazo.